Si eres amante de los perros, posiblemente te plantees adoptar uno. Y puede ser que te apetezca tenerlo de gran tamaño, en el caso de que tengas el espacio suficiente.
Tener una mascota no es tener un juguete, y menos aún si es un perro grande. Va a requerir cuidados y necesidades, relacionados con su alimentación, vacunas, enfermedades, paseos y salidas para mover sus músculos, etc.
Perro cachorro o adulto
Aproximadamente, un perro alcanza la madurez cuando llega a los 18 meses de vida. En refugios y protectoras encontrarás muchos ejemplares de perro grande, para adoptarlos. Con razas definidas y animales de razas cruzadas. El que no tenga una raza pura, no debería ser ningún impedimento. Entre otras cosas, porque puede tratarse de un animal con más cualidades.
También está la opción de adoptar al perro desde pequeño, desde que es cachorro. En ese caso, podrás adiestrarlo a tu forma, inculcándole mejor tus costumbres y lo que será su futura vida.
Ventajas de los perros de gran tamaño
Muchos expertos aseguran que un perro grande se educa y adiestra mejor que los de tamaño pequeño. Aunque parece que su tamaño equivale a mucho carácter, es una realidad que los perros pequeños suelen tener, estadísticamente, más resistencia al entrenamiento.
También se ha probado que los perros de gran tamaño se adaptan bien a pisos y espacios pequeños. Además, son ideales para convivir con los niños.
Sus necesidades
Un perro de gran tamaño tiene mucha energía y además necesidad de quemarla. Por ello, como dueño debes tener también capacidad física y de resistencia. Se trata de conseguir el equilibrio. Entre otras cosas, porque en el paseo no podrás controlar su fuerza.
En lo que se refiere a la alimentación, los perros grandes consumen más, los gastos son mayores. También su cepillado conlleva más tiempo, su higiene es más trabajosa, etc.
Fuentes imágenes: Dreamstime / El País
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