Te toca ir a una boda y no como el novio. Para muchos esto puede ser un sacrificio, de esos que solo se hacen por un hermano o por un amigo de verdad. Otros, sin embargo, no tienen problemas y son hasta “profesionales” en la materia.
Confirmar tu asistencia es algo que siempre debes hacer, a menos que se trate de la boda de tu hermana o seas el padrino. Al mismo tiempo, asegúrate de tener todos los detalles sobre la hora y el lugar del evento. De esta información, depende el atuendo que vas a usar.
La ropa apropiada para acudir a una boda
Los eventos que demandan a sus invitados un código formal riguroso, facilitan la elección: esmoquin clásico con pajarita.
Para bodas en sitios abiertos y en horas diurnas, lo ideal es usar trajes de colores claros, como gris o azul celeste.
Si la ceremonia es en la noche, los trajes deben ser oscuros, como azul marino o negro. Estos últimos siempre son la selección de la mayoría. Si vas a una boda pero quieres ir diferente a la mayoría, lo mejor es descartar estos colores tan estandarizados.
Camisa blanca y manga larga. Lisa y sin ninguna clase de patrones (cuadros o rayas).
En la selección de la corbata tienes absoluta libertad: simplemente usa la que más te guste. Sin embargo, ten en cuenta que, a mayor sencillez, más elegancia.
Zapatos de piel, negros o marrones. Además de los clásicos modelos de vestir, pueden ser algunas botas cortas.
Complementos
Como complementos, un reloj de cuero que sea del mismo color de los zapatos o metalizado. Un pañuelo blanco o del mismo color de la corbata en el bolsillo de la americana, otorga un toque de distinción.
Si pasas de los tirantes, decídete por un cinturón que sea también del mismo color de los zapatos y muy discreto, prácticamente invisible.
Lo más importante: jamás debes ir a una boda mejor que el novio. Si tienes dudas, pregunta cómo irá vestido.
Fuentes imágenes: Javier Berenguer / Bodas.net
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