Cuidar a un padre con Alzheimer no es un caso que nos puede tocar a todos, pero seguramente el hecho recaiga en alguien que conozcas. No es habitual como acabamos de decir, pero sí que puede padecerlo cualquiera y puede aparece cómo un fenómeno inesperado y por sorpresa; por lo tanto, nos puede suceder a todos.
Descubrirás que es un cambio muy importante para todos, tanto para la persona que lo padece, como para el resto de familiares que van a estar a su cargo. Un padre con Alzheimer notará que forma parte de una atención personalizada y sentirá primeramente una gran frustración al ver que necesita una persona en sus cuidados.
Cómo empezar a cuidar a un padre con Alzheimer
Un padre con Alzheimer ha comenzado a ser otra persona y necesita de unos cuidados especiales. Desgraciadamente no podemos hablar de los nuevos avances cómo una resolución a una mejor calidad de vida, sino de aumentar su esperanza de vida.
Su enfermedad es progresiva y quizás sólo estén despuntando sus primeros síntomas, pero a medida que el tiempo transcurre puede aumentar su degeneración. Se van destruyendo las células nerviosas del cerebro y se va disminuyendo su masa cerebral, por lo que puede manifestarse desorientación temporal y espacial, pérdida de memoria y un gran deterioro intelectual y personal.
Poco a poco serán imprescindibles sus cuidados personales y cada vez será más permanentes, dónde se manifestarán dificultades tan simples como comer, vestirse o andar. Es cuando hay que plantearse en ir buscando a un cuidador o en su defecto un familiar de confianza.
Es posible que, si vas a prescindir de una persona para que le acompañe y poderle hacer sus tareas, tendrá que confrontar la situación de una manera personal. Tendrás que hacer una presentación formal con esa persona y tu padre, y hablar consecuentemente de tal situación. Hay que ir explicando la nueva posición que se va presentar para que lo vaya asimilando.
¿Es imprescindible contratar a un cuidador profesional?
Es evidente que los cuidados que puede llegar a necesitar una persona con Alzheimer pueden llegar a ser extremos. Con una enfermedad avanzada puede llegar a prescindir de cuidados las 24 horas del día. Es por ello que puede ser muy agotador y más si la persona que está a su cargo tiene que trabajar.
Quizás el primer planteamiento que se nos viene a la cabeza es el tema económico. Quizás en ese aspecto es algo que está muy desfavorecido ya que desafortunadamente la ley de independencia no llega a ponerlo muy fácil. Una trabajadora social te puede informar de los que se te puede prestar, aunque llegados a este punto no hay grandes soluciones económicas.
Depender de una persona que pueda llegar a cuidarlo y siendo de confianza te puede permitir más tiempo para ti mismo. Además, cuidarás tu salud mental ya que no tienes que cargar tanto de tu responsabilidad en el cuidado de alguien más. Este tipo de desahogo ayudará a que conservéis muchos momentos, más despejados y sin presiones.
Si has decidido cuidarlo personalmente
Lo primero que tienes que hacer es recabar toda la información posible sobre dicha enfermedad y sus cuidados. Hay organizaciones como la Asociación de Alzheimer y el Centro de Educación y Referencia sobre la Enfermedad de Alzheimer (ADEAR) que te ayudarán a seguir un mejor tratamiento y resolver mucho mejor los problemas diarios.
Entrar dentro de algún grupo comunitario y de apoyo es muy buena elección. Siempre que tu tiempo lo permita debes descargar tus sentimientos y preocupaciones en estos grupos colectivos. Es por ello que debes buscar a alguna persona de apoyo para poder disfrutar de pequeños momentos que necesites para ti.
Si se te permite algún cuidado del exterior busca los momentos de peor carga. Los momentos más flexibles y dónde pueda cooperar más fácilmente contigo guárdalos para ti. Debes de adaptar tu rutina a las mejores necesidades y no sobrecargar los días.
En el momento de buscar momentos conjuntamente debes de hacer cosas que le guste y le haga sentir bien. Lo que realmente funciona es hacerle recordar momentos de su infancia y compartir aficiones antiguas.
Rutinas diarias para un padre con Alzheimer
Establece una rutina diaria, tienes que seguir un mismo patrón de actividades todos los días.
- Hay que vestirse todos los días y esto no tiene que ser una tarea complicada. Puedes dejar que lo haga él solo si está dentro de sus capacidades. Deberás ofrecerle prendas de una en una y que se vista lentamente. Hay que elegir siempre ropa cómoda, que pueda manejarse de manera sencilla, sin muchos botones ni cremalleras.
- Un horario fijo para las comidas del día: es importante seguir una rutina y hay que hacerlo en un ambiente tranquilo y sin distracciones. Hay que tener paciencia y evitar las prisas a la hora de comer, pues puede producir confusión y ansiedad.
- Si la persona come sola hay que facilitarle el uso de cubiertos y usar platos hondos. Las bebidas a ser posible que contengan alguna tapa para no desperdiciar los líquidos y que beban más fácilmente, igualmente el uso de pajitas son mu prácticas. Hay que tener cuidado con su dieta, pues hay personas que no pueden cuidar su apetito y pueden comer de forma compulsiva.
- La hora del baño: puede ser un momento relajante, es por ello que tienes que anticipar todo lo que te haga falta antes de planificar el momento. Para algunos pacientes este momento puede ser incómodo por miedo, pero hay que armarse con paciencia. Si crees que el baño no es práctico puedes usar una ducha rápida.
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