Las palabras “matrimonio sin sexo” llega a ser una de las frases más buscadas por internet. Es algo que sucede y ya se plantea como una realidad, pues muchas parejas no llegan a sucumbir a ese tipo de cuestión hasta que no se ven involucrados en ello. La duda está en que las parejas que lo experimentan se llegan a cuestionar si este tipo de situación hace peligrar su vida sexual o su matrimonio.
Para valorar mucho más este detalle se ha llegado a valorar si esto es una realidad en toda regla. La respuesta, ante estas dudas, están en las encuestas y se descubrió que el 12% de las parejas unidas con una relación estable no habían mantenido relaciones sexuales en los 3 últimos meses. Había otro 20% que no habían tenido sexo hasta un año más atrás.
¿Son reveladores estos datos? ¿es una realidad que cada vez preocupa más? o ¿ha existido siempre? La respuesta no es simple. Algunos expertos llegan a contextuar que no mantener relaciones sexuales entre parejas llega a convertirse en parejas asexuadas. Otros opinan que las preferencias en mantener este tipo de relaciones vienen marcadas de manera práctica y a modo personal entre el hombre y la mujer. Desde este punto cada uno lo hace a su ritmo.
¿Por qué existe el matrimonio sin sexo?
Por término general este tipo de situación suele llegar cuando ambas parejas alcanzan los 40 años de edad. Aunque son muchos los factores que pueden desencadenar dicho comportamiento. No hace falta llegar a esa edad para que exista, ya muchas parejas establecen un compromiso teniendo descendencia y como consiguiente forman otro estilo de vida. Este tipo de decisión comporta a tener otros privilegios y comportamiento con sus parejas, los hijos aquí toman más protagonismo.
Hay otros factores que desencadenan a no tener sexo. La falta de comunicación, la falta de deseo, problemas de salud, preocupaciones, estrés, menopausia… es fácil dejar de lado tu vida sexual a causa de estos factores. Es importante que haya comunicación y se hable de tal situación.
No obstante, y como consejo, si existe la posibilidad que uno de ellos trata de mantener relaciones y la otra persona no colabora, no intentes persuadir a tu pareja, ni muestres un gran enfado ni frustración. Esto puede agravar mucho más la situación.
¿Cuándo existe un problema entre ambas partes?
El problema existe cuando se sabe que existe ese problema y se calla. Es difícil pretender hablar y sacar el tema, pero siempre hay que intentar ponerte en la situación de la otra persona.
Resulta ser un problema cuando no se prefiere hablar y la persona no intenta comunicar sus deseos, sus intenciones, lo que se piensa o se necesita. Aquí es cuando llegan las infidelidades ya que la persona afectada justifica que ya no se sentía deseada, acaba por tomar este tipo de finalidad y acaba rompiéndose la relación
¿Es feliz el matrimonio sin sexo?
Aunque parezca realmente imposible o incomprensible la mayoría de las parejas que se encuentran en esta posición sí que son felices. Este tipo de parejas sobreviven empezando por el respeto y buscar otro tipo de alternativas. Lo importante y principal es entablar una comunicación seria, sincera y directa sobre el tema y no dejarlo como un tema tabú.
Este tipo de parejas disfrutan dedicando su tiempo a realizar otro tipo de actividades como viajar, salir y compartir momentos de intimidad, conectarse con la naturaleza, salir a cenar, vivir el día a día con sus hijos, etc.
Otras parejas son felices también teniendo una vida poco sexual activa. Muchas de ellas practican sexo una vez al año por la celebración de un aniversario, y con eso se siente mucho mas satisfechos que los que practican habitualmente sexo sin sentir nada. Es por ello que los especialistas consideran este tipo de prácticas dependiendo de dónde consideren como “normal” mantener sexo. Ya que no se puede hablar de un número de veces practicado el sexo y cada individuo es distinto.
El problema coexiste cuando hay una falta de sintonía dentro de la intimidad. Si una de las partes decide tener más relaciones con su pareja y hay discrepancias puede que haya una desconexión y de ahí lleguen los conflictos.
Si se quiere cambiar, es cuestión de tiempo y esfuerzo
Cuando se ha bajado la intensidad de la práctica o ya es nula puede llegar una gran resistencia a volver a retomar esa intimidad. Entre estas parejas los momentos íntimos, los besos y las caricias se han ido perdiendo en la mayoría de los casos y volver a retomar estas acciones pueden llegar a ser malinterpretadas.
Intentar intimidar con tu pareja puede resultar incómodo y casi es mejor que surja y aflore de manera espontánea, sin ir al grano directamente. Hay que intentar subir el tono con un acercamiento físico o un beso apasionado, pero por lo menos intentarlo.
Es una situación difícil de volver a retomar ya que muchas parejas se han acostumbrado a vivir sin sexo y ya no lo echan de menos. Seguramente han llegado a la conclusión de que pueden disfrutar de su vida sin sexo, que no equivale a tener un problema y admiten su situación. Este tipo de personas se han mantenido a ser y permanecer dentro del círculo de asexuales , sin dar prioridad al sexo.
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